Todo lo que somos juntos, de Alice Kellen

Hace ya unas cuantas semanas que vengo retrasando esta reseña por diversas razones, pero no me olvido que la tenía pendiente... así que hoy, como última reseña del 2020, os traigo la segunda parte de la bilogía Deja que ocurra: "Todo lo que somos juntos", de Alice Kellen.

Una de las razones por las que se me ha retrasado tanto es porque no sé cómo escribir esta reseña. Me he pasado horas delante del editor y no he conseguido avanzar nada durante días, espero que hoy lo consiga.

En este libro continuamos acompañando a Axel y Leah en su particular historia situándonos en el tiempo tres años después del final del primer libro.

⚠ Alerta Spoiler ⚠ _{si no has leído la primera parte no sigas}

Nos encontramos con un Axel que más que vivir sobrevive, su vida sin Leah no tiene sentido, no hay ni un solo día que no se arrepienta de haber sacado a Leah de su vida de la forma que lo hizo. Parece que ha hecho su vida sin problemas en su nuevo trabajo, donde se dedica a buscar artistas con los que exponer sus cuadros en la galería de arte en la que trabaja, pero por dentro está tocado y hundido.

Por otra parte tenemos una Leah que ha seguido adelante con su vida, está en la universidad estudiando Bellas Artes, tiene una pequeña buhardilla-estudio donde seguir pintando y un amigo con derecho a roce. Pero no es oro todo lo que reluce... y ella sigue teniendo ese amor muy escondido. Procura no recordarle para no sufrir, pero siempre sale algo cotidiano que se lo recuerda de nuevo, la herida no ha cicatrizado ni por asomo.

Leah tiene una oportunidad de conseguir una beca para exponer sus cuadros y Axel no quiere perderse ese momento bajo ningún concepto, por lo que busca la manera de que Leah exponga en la galería donde él trabaja, haciendo que sus caminos vuelvan a cruzarse y dispuesto a hacer lo que sea para que Leah vuelva a formar parte de su vida.

Al igual que en el primer libro, los capítulos de este libro son narrados tanto por Leah como por Axel. Ambos nos cuentan lo que va sucediendo bajo su punto de vista, haciéndonos partícipes de todo desde las dos visiones. La verdad es que cuanto más leo libros narrados de esta forma más me gusta, disfruto mucho más de lo que viven los protagonistas al conocerlos un poco mejor a ambos, no solo a uno de ellos.

Tengo que admitir que este segundo libro me ha gustado menos que el anterior, creo que dan demasiadas vueltas a lo mismo y llega un momento en que se me hace pesado ese tira y afloja que se traen entre manos durante casi todo el libro, pero también admito que la magia de la autora sigue presente en cada párrafo. Alice consigue engancharte con su forma de narrar y te acabas leyendo el libro entero casi sin darte cuenta.

El final me ha parecido un poco predecible, al menos me esperaba lo que al final ocurre. Lo que me ha encantado del final es que aunque esperas cómo acaban... no sabes cómo ocurrirá y de la forma que pasa es tan bonita y te hace soltar tantos corazones por los ojos que da igual que te lo esperes, acabas llorando de emoción y de tristeza porque ya no seguirás en las vidas de Axel y Leah. Definitivamente, Alice Kellen es un sí rotundo con cualquiera de sus libros por la magia que crea palabra a palabra.

¿Lo habéis leído? ¿Tenéis ganas de leer esta bilogía? ¿Sois ya fans incondicionales de la autora? ¡Os leo! 👀

Mi puntuación ⤵

★★★★

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Sinopsis

Han pasado tres años desde la última vez que se vieron. Ahora, Leah está a punto de cumplir su sueño de exponer en una galería.

Y, pese al pasado, Axel necesita formar parte de un momento como ese.

Cuando sus caminos vuelven a cruzarse, Leah tiene que tomar decisiones que pueden cambiarlo todo, porque, a pesar de lo que ocurrió, los recuerdos de toda su vida siguen ahí; intactos, bonitos, únicos. Colándose en cada grieta que aún no ha cerrado.

Porque él sigue siendo el chico que aún no ha olvidado.

Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.

Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.