Ylandra: Tiempo de guerra, de Roberto Navarro Montes

La reseña que traigo hoy es sobre un libro que llevaba meses esperando. Una saga que me tiene atrapada desde la primera página del primer libro. Hoy os hablo del segundo libro, "Ylandra: Tiempo de guerra", de Roberto Navarro Montes.

Acabé la primera parte alucinando y deseando que pasara el tiempo para que este segundo libro llegara a mis manos. El momento llegó y... sigo alucinando.

Una vez más, Roberto nos mete de lleno en la República de Ylandra de una forma tan atrapante como la primera vez haciéndonos (al menos a mí me pasó) perder la noción del tiempo.

En este segundo libro se siguen desarrollando todas las tramas que quedaron abiertas en el primer libro y se abren algunas nuevas, donde conocemos a nuevos personajes. Como por ejemplo, Eyra, la mayor de los hermanos Wellington, que me tiene muy intrigada.

La trama de política sigue muy presente y la revolución que se está orquestando hace que el gobierno se tambalee y veamos otras facetas de los personajes que ya conocemos. Ocurren cosas muy fuertes, traiciones, asesinatos, giros inesperados entre los personajes... muchas cosas que no puedes imaginar y te sorprenden. 

Y me voy a repetir con la reseña del primer libro, pero tengo que decir que ODIO a Deian Wellington, a este horrible tirano ya lo odié en el primer libro y pensé que no podría caerme peor... pero sí, sí que puede. 

La trama de Mara me ha gustado muchísimo, tiene unas metas muy duras que alcanzar y he sufrido con ella como si yo hiciera cada prueba con ella. Sigue siendo uno de mis personajes favoritos y su trama también, porque gracias a ella vamos conociendo más cosas sobre la Escuela.

Luego está su mentora, Siara Roscharch, que me sigue pareciendo todo un ejemplo de mujer luchadora y que transmite sabiduría.

Hay una trama con los hermanos de Mara, Viktor y Jules, que me ha dejado flipando... pero más que por ellos mismos, por la influencia de su maldito padre.

También tienen tramas otros personajes como Güido, que sigue con el tema de la revolución de los anirios, Annelyn, cuyo objetivo vital será proteger a los suyos jugando sus cartas de la forma que ella cree correcta, Gael, Aleyn junto a Samael, Rommel... todos personajes muy bien elaborados con una vida y objetivos concretos, a los que les van sucediendo cosas que siempre van a sorprender. 

Este libro consta de 612 páginas y cada capítulo está narrado por uno de los personajes. Aunque cuando lo coges pesa un montón y da hasta miedo de lo largo que pueda ser... cuando empiezas a leerlo no puedes parar. Engancha muchísimo.

Ah! Y el mapa!! Al tener un mapa en color al principio ayuda a situar a los personajes que se van moviendo por toda la república.

Desde luego, estoy deseando tener en mis manos la tercera parte, porque si la segunda me ha gustado tanto... estoy segura que la tercera no me defraudará.

¿Cuánt@s "Ylandradictos" por aquí? ¿Qué os parece este libro? ¿Os gusta esta saga tanto como a mí? ¡Os leo! 👀

Mi puntuación ⤵
★★★★★

Sinopsis 

La República de Ylandra, más inestable que nunca, se precipita hacia un nuevo régimen totalitario que sacude sus cimientos, cuando los rumores de antiguos reyes amenazan con quebrarla en pedazos.

El odio y el miedo riegan sus calles, mientras el alzamiento de los anirios se fragua a fuego lento y prepara su ataque.

En vísperas de la tempestad, La Escuela tiembla ante el funesto destino que las premoniciones le han augurado, haciendo frente a los ecos de un pasado tan corrupto como tenebroso y al Estado del Norte, donde el orgullo pisado clama en busca de justicia.

La sombra de la profecía alimenta el terror de aquellos que conocen su existencia. La Orden de Addai intenta por todos los medios, y siempre desde las sombras, inclinar la balanza del poder en la capital, pues sin una Ylandra unida, vencer a los Tres será imposible.

En un escenario así, el enfrentamiento es inevitable.

Los grandes dioses ya caminan por el mundo. Las alianzas capaces de detenerlos están extintas.

La pólvora se respira. Los tambores rugen. Los banderines ondean.

Los hombres han abrazado la oscuridad de días imposibles y no hay osadía que pueda evitar los tiempos de guerra.