Hace unos días puse en Twitter que "La bailarina de Auschwitz", de Edith Eger, debería ser lectura obligatoria... ahora que me he leído el libro entero me reitero. Este libro es una maravilla nacida de una desgracia. Debería ser lectura obligatoria por dos razones: 1º para que seamos conscientes del horror que se vivió en el Holocausto y que no se vuelva a repetir y 2º para que aprendamos a ver la parte positiva a lo que nos suceda en la vida.
No es un libro fácil, está dividido en cuatro partes: la prisión, la huida, la libertad y la curación. En la primera parte del libro es donde peor lo he pasado leyendo ya que recoge la pesadilla de ser prisionera de guerra. Ser una de los miles de judíos que fueron llevados a los campos de concentración en un oscuro vagón de ganado de un tren de mercancías. Vivir en primera persona las atrocidades que allí se hicieron, perder a tu familia sin siquiera poder despedirte, perder tu vida y si sobrevives perder tu antigua vida porque ya no eres el mismo... se me hace imposible buscarle la parte buena a esas cosas, pero la autora tiene la capacidad de sacar algo positivo de cualquier vivencia y eso es digno de admiración. Hay que tener una mentalidad muy fuerte para sobrevivir en el mismo infierno y sacar lecciones de ello.
Algo que me ha gustado es que no se centra sólo en la parte del Holocausto, sino que nos lleva con ella en el proceso de curación, ya sea de heridas físicas o mentales. Somos testigos de como Edith rehace su vida, como le da sentido y como se enfoca en ayudar a los demás.
Hay frases que se me han quedado grabadas:
- "Simplemente, recuerda: nadie puede quitarte lo que pones en tu mente."
- "Si sobrevivo hoy, mañana seré libre."
- "El victimismo procede del interior. Nadie puede convertirnos en víctima excepto nosotros mismos. Nos convertimos en víctimas, no por lo que nos sucede, sino porque decidimos aferrarnos a nuestra victimización."
- "Puedes vivir en la prisión del pasado o puedes dejar que el pasado sea el trampolín que te ayude a alcanzar la vida que deseas."
Este libro me ha hecho pensar mucho en el poder de la mente, en que la superación de nuestros traumas y la capacidad de perdonar son tareas muy difíciles pero si te lo trabajas no es imposible. Si Edith ha podido, ¿quién dice que tú o yo no podemos solucionar nuestros problemas?
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Sinopsis
Eger tenía dieciséis años cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungría y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la cámara de gas y ella permaneció junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvó su vida, y a partir de entonces empezó una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaría convirtiéndose en discípula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras décadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que había vivido y de perdonar como camino a la sanación.
«Este libro es un regalo para la humanidad. Una de esas historias únicas y eternas que nunca quieres terminar de leer y que te cambian la vida para siempre.» Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz.
Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida.
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